Esta cooperativa fue fundada en 2009 y está formada por unas 100 personas, que llevan trabajando en la producción de rooibos desde 1998.  Un punto de inflexión para la cooperativa se produjo cuando se alcanzó la certificación de Comercio Justo, a principios de 2010. Sus socias y socios trabajan en equipo y se apoyan mutuamente en el desarrollo de la cooperativa, en sus aptitudes y en las mejoras en la producción.

El Comercio Justo garantiza un precio mínimo en la compra de rooibos, que es mucho más alto que el precio de mercado convencional. Esto supone una mejora drástica en los ingresos de los pequeños agricultores y agricultoras, y representa una gran oportunidad para las organizaciones de los productores y productoras para beneficiarse de su trabajo y para invertir en su propio desarrollo. Tras la dura lucha para liberarse del modelo de plantación colonialista, del apartheid y para poner fin al racismo estructurado, la desigualdad y la explotación de los agricultores y agricultoras, poder beneficiarse de su trabajo ha supuesto un gran cambio para ellas.