Desde AlterNativa3, en la situación de crisis sanitaria actual, seguimos muy de cerca la afectación de esta pandemia en las cooperativas de comercio justo con las que colaboramos en países del sur global.
El azúcar de caña Panela de AlterNativa3 proviene de la cooperativa de comercio justo CAMARI, en Ecuador.
Camari, que en quechua significa “agrado” o “regalo”, fue fundada en 1981 y se especializó en la comercialización de productos agropecuarios y artesanales. Su misión es ofrecer productos de gran calidad a las consumidoras/es.
La asociación ofrece cursos de capacitación, asistencia técnica y orientación a sus socias/os y sus principios y valores son:
1. Impulsar el comercio equitativo con un equilibrio entre eficiencia y solidaridad.
2. Promover la comercialización de productos de calidad que no atenten al ambiente, la salud y la vida.
3. Gestionar de manera transparente y honesta la comercialización.
4. Promover el desarrollo de los/as pequeños/as productores/as y del personal de la compañía
5. Mantener la opción preferencial por las personas empobrecidas sobre la base de la mística y el compromiso
6. Promover la unidad y la solidaridad institucional en el manejo de los recursos.
Ante la actual situación de crisis sanitaria, desde Camari, nos informan de que en Ecuador la zona más afectada es Guayaquil y la provincia del Guayas, la más poblada del país. El Gobierno Nacional declaró el estado de excepción, declarando la calamidad pública en todo el territorio por 60 días, tomando medidas de suspensión de la libertad de tránsito, asociación y reunión con un toque de queda desde las 14h00 y durante toda la noche, restringió la circulación vehicular exceptuando los salvoconductos, suspendió la jornada laboral presencial del sector público y privado, salvo el trabajo de policía, fuerzas armadas, salud y producción y comercialización de alimentos.
En palabras de Luis Hinojosa, miembro del grupo social FEPP Fondo ecuatoriano Populorum Progressio, el impacto más fuerte de la pandemia se da en las ciudades, debido a su mayor densidad de población y especialmente se da en las familias que menos recursos tienen, aquellas que trabajan en la calle, comerciantes informales y personas que no tienen un trabajo seguro y dependen de un sustento diario, por lo que, desde el gobierno, la empresa privada y la sociedad civil, se busca articular acciones para proveer de alimentos e insumos básicos a estas familias.
Las familias campesinas de las zonas rurales, sin comunicación adecuada, y que dependen de su producción y de la comercialización inmediata para poder vivir, se ven afectadas en sus ingresos y consecuentemente en la adquisición de víveres para poder permanecer en cuarentena.
Afectaciones específicas en las acciones de trabajo con proyectos de desarrollo.
En el sector rural, aunque las personas productoras a las que se apoya siguen trabajando en sus fincas, hay angustia y preocupación por la sostenibilidad de la comercialización de sus productos debido a la restricción de la movilidad y a la constricción del mercado. Los intermediarios y comerciantes abusan y se aprovechan de los pequeños productores.
Aún no se tiene claro la afectación directa que tendrá esta paralización en las acciones planificadas de los proyectos, pero se empiezan a vislumbrar nuevas necesidades, unas urgentes como la
provisión de mascarillas, respiradores, insumos y materiales médicos y la provisión de alimentos para las familias más empobrecidas, y otras posteriores como la recuperación de la producción, la
comercialización, el pago de deudas, el cuidado permanente de la salud, la recuperación de los niveles de estudio y trabajo.
Desde Camari, específicamente siguen operando en lo nacional con sus tiendas y en lo internacional con las exportaciones, manteniendo una relación estrecha con los artesanos y productores agrícolas y tomando las medidas pertinentes en caso de contagio por Covid-19.
Compartimos con vosotras/os este comunicado que nos llega de manos de Sagrario Angulo, coordinadora de Camari, y Luis Hinojosa, director ejecutivo del grupo social FEPP.
Llamamiento a la solidaridad de las instituciones
Consideramos que esta grave situación de crisis mundial nos lleva a cuestionarnos a todos sobre cuán preparados estábamos para enfrentarla, sobre la mirada acentuada que hemos puesto en el
consumo, en la producción, en la eficiencia, el uso del tiempo y el abuso de recursos.
Sabemos que Europa y el Norte del mundo están sufriendo mucho por esta pandemia y la crisis que genera, sin embargo, creemos que en la lógica del sistema capitalista neoliberal en el cual nos
movemos, la inequidad, la injusticia mundial, la concentración de la riqueza en pocas manos, etc. hay todavía cientos de miles de personas que mueren de hambre, que sufren enfermedades con las
que han muerto en cantidades mucho más grandes que con el corona virus y que son los pobres que viven en los países más pobres del mundo y menos desarrollados.
En nuestro caso vemos que los sectores populares, especialmente los campesinos, entrarán en crisis económica y consecuentemente social por no poder mantener la poca producción que tenían. Es el
tiempo para plantear nuevos y grandes proyectos para dinamizar la agricultura familiar campesina, implementar medidas de adaptación y mitigación frente al cambio climático, fortalecer a las pequeñas
cooperativas de producción, de transformación, de comercialización y especialmente a las de ahorro y crédito. Es el tiempo para promover un desarrollo humano integral y sostenible. Esto permitirá
mayores relaciones de equidad, redistribución, justicia y recuperación de la dignidad de todas las personas y comunidades.
De ser posible llamamos a canalizar recursos de emergencia para ayudar a muchas familias que ahora mismo no tienen que comer y no tienen en donde refugiarse. Pero apelamos a la solidaridad
para canalizar recursos para estas nuevas propuestas luego de la crisis sanitaria para enfrentar la crisis económica social que se nos viene. Esto nos permitirá promover la solidaridad interna, incluso
la de las propias organizaciones para saber que juntos, en la misma barca, tenemos fe y esperanza de construir un mundo nuevo, fraterno y solidario. Es clave el apoyo que nos puedan seguir dando
en todos los servicios como la comercialización ya que los artesanos y productores seguirán produciendo y aliviará en algo sus necesidades.
Les agradecemos siempre por todo su apoyo y nos gustaría conocer sus ideas, propuestas o apoyos.
Luis Hinojosa
DIRECTOR EJECUTIVO GRUPO SOCIAL FEPP
Sagrario Angulo
CAMARI